La construcción de la iglesia Santo Ildefonso comenzó en 1709 y finalizó en 1730, aunque inicialmente no contaba con campanarios. Fue en 1739 cuando se completaron estos dos elementos característicos de la iglesia.
En su interior, destacan varias obras de arte, como el retablo de estilo barroco y rococó, construido en la primera mitad del siglo XVIII por el arquitecto Miguel Francisco da Silva según el diseño del reconocido arquitecto Nicolau Nasoni. También se pueden admirar ocho impresionantes vidrieras del Maestro Isolino Vaz, que datan de 1967. Además, en el centro de la iglesia se encuentran dos grandes pantallas, de 5,80 x 4,30 metros, pintadas por Domingos Teixeira Barreto entre 1785 y 1792. Aunque estas obras maestras del estilo barroco fueron mal restauradas en 1925, aún vale la pena apreciar su valor artístico.
En el coro de la iglesia, se encuentra un hermoso órgano de tubos construido en 1811. En el exterior, la fachada de la iglesia Santo Ildefonso destaca por sus 11.000 azulejos realizados por Jorge Colaço, quien también diseñó los famosos azulejos de la estación de tren de São Bento.
La Iglesia Santo Ildefonso, donde cada detalle cuenta una historia de riqueza cultural y arquitectónica, desde sus magníficos vitrales hasta los 11.000 azulejos que adornan su fachada.
En resumen, la iglesia de Santo Ildefonso es un importante monumento histórico y artístico de la ciudad de Oporto que merece ser visitado. Tanto en su interior como en su exterior, se pueden encontrar verdaderas obras de arte que reflejan la riqueza cultural y arquitectónica de la ciudad.
SUGERENCIA:
Visita esta hermosa Iglesia, en la Praça da Batalha.